¿Sabes qué es una hipoteca?

Si tienes en mente adquirir una casa o vender algún inmueble de tu propiedad como parte de tus planes a largo plazo, es conveniente que empieces a familiarizarte con algunos términos financieros básicos que te evitarán confusiones. 

En el primer caso, recuerda que la adquisición de una vivienda es una de las decisiones financieras más importantes de tu vida, con lo que no se debe tomar a la ligera y no está de más tener claridad en los términos y características que implica un compromiso de este tamaño. 

Lo mismo ocurre cuando vendes un patrimonio de este tamaño, ya que se trata de operaciones de alto valor en las cuales se debe ser muy cuidadoso. 

Diferencias entre hipoteca y crédito hipotecario

Un error común es creer que se trata de lo mismo; sin embargo, son dos términos distintos. Por un lado, el crédito hipotecario lo realiza regularmente un banco, que cobra mes a mes una cantidad determinada y tiene una duración, que, dependiendo de la institución donde se contrate, va de 5, 10, 15 o 20 años y se utiliza para comprar una casa, o departamento.

Debido a que el crédito hipotecario es en la mayoría de los casos por montos elevados, el banco que realizó el préstamo tiene que tener una garantía con la que pueda recuperar el dinero en caso de que su cliente deje de pagar.

Así, la hipoteca de una casa es la garantía que el comprador y la institución financiera acuerdan a partir de un contrato en caso de que, por alguna desafortunada circunstancia, se incumpla en los pagos del inmueble.

Dicho de otra forma, la hipoteca es el respaldo con el que cuenta el banco en caso de que el usuario a quien le dio un préstamo deje de pagarle. Si esto ocurre, la firma tiene derecho por ley a quedarse con la propiedad.

¿Qué es hipotecar una casa?

Como habrás notado, el crédito hipotecario y la hipoteca de una casa son dos términos que están enlazados en el proceso de compra. A la par, existen otros casos, donde, por complicaciones financieras, el dueño de una vivienda se ve en la necesidad de solicitar algún préstamo. Para esto, puede ofrecer como garantía al banco su propia casa. A esto se le llama hipotecar una casa.

Esta opción es muy común en créditos muy elevados donde la institución financiera que realizará el préstamo busque cubrirse en caso de que dejen de pagarle. Se trata de un proceso legal delicado y representa que una persona se compromete a cumplir con la totalidad de un préstamo, de lo contrario el banco podrá tomar su patrimonio para cobrarse.

¡Cuidado con las hipotecas!

Al tratarse de cantidades de dinero muy grandes, ya sea al contratar un crédito hipotecario o hipotecar una casa, se debe tener mucha cautela con echarse a la espalda un compromiso de este tamaño. Recuerda que estamos hablando que por lo menos 5 años deberás de pagar mensualmente a un banco una cantidad determinada, con lo que debes estar seguro que cuentas con la capacidad económica.

En tanto, si necesitas un préstamo muy grande, tienes la posibilidad de hipotecar tu casa; sin embargo, se trata de una decisión que debe analizarse con mucho cuidado ya que estás dejando como garantía tu vivienda y si por alguna razón dejas de pagar es altamente probable que la pierdas.

Así, la hipoteca es una de las decisiones financieras más delicadas que existen, con lo que te recomendamos asesorarte con especialistas y no creer en ninguna fórmula mágica que te ofrezca soluciones sencillas si quieres comprar una casa o hipotecar alguna propiedad. 

Es muy importante que seas consciente de tu capacidad de pago y si en este momento no puedes comprometerte a pagar cantidades importantes por varios años, quizá valga la pena esperar un poco más a mejorar los ingresos o analizar otras posibilidades. El principal objetivo es mantener libre de riesgos tu patrimonio.

¿Víctimas estafadas por Resuelve tu Deuda?

Cualquier persona puede experimentar problemas económicos que le impidan mantener el pago de algún crédito, tarjeta, préstamo, entre otros servicios financieros. En la mayoría de los casos, es muy probable que gane el pánico y no se visualice una respuesta a su situación. 

Sin embargo, aún existen posibilidades para sanear las finanzas personales. Entre ellas, destacan las reparadoras de crédito, firmas que ofrecen una alternativa para poner al corriente los créditos que no se han podido terminar de pagar.

Entre las reparadoras, destaca la empresa Resuelve tu Deuda, que cuenta con más de 15 años en el mercado internacional y ha ayudado a más de 300 mil usuarios de los servicios financieros a disminuir la carga en sus bolsillos.

Sin embargo, no toda la información que puede encontrarse es positiva. En redes sociales y distintas páginas de internet abundan sitios como “Resuelve tu Deuda apesta” o “Resuelve tu Deuda es una estafa”, por mencionar algunas. 

Así, conviene dejar en claro cómo funciona su esquema de trabajo con los usuarios, basado en un esquema de ahorro para que logren salir de sus deudas de forma sana.

¿Resuelve tu deuda es un fraude?

Existen sitios web donde se pueden encontrar comentarios totalmente negativos contra Resuelve tu Deuda. Desafortunadamente, la mayoría son expresados por personas que abandonaron el programa la reparadora de crédito antes de obtener un beneficio para su bolsillo, con lo cual se sienten totalmente defraudados.

Es muy importante recordar que no existen fórmulas mágicas para solucionar los problemas financieros. En cualquier solución que se pretenda aplicar, implica un gran esfuerzo de ahorro y dedicación para salir del bache, con lo que si has escuchado de supuestos programas que en dos por tres te ayudan a pagar tus deudas, te advertimos que es muy probable que se trate de un fraude.

En el caso de Resuelve tu Deuda, su modelo de operación se basa en el análisis personalizado de la situación de cada cliente. Se les explican las condiciones en que debe enfrentar la problemática y de aceptar, en su nombre hay un acercamiento con el banco para negociar la disminución de la deuda. Una vez que se obtiene el descuento, que puede ser de hasta 70%, se diseña un programa de ahorro mensual que el cliente debe cubrir hasta saldar la deuda.

Solucionar un problema de este tipo, requiere un gran compromiso por parte del usuario. Por desgracia, en ocasiones se desesperan al no tener resultados inmediatos, olvidando que todo depende del esfuerzo que realicen para ponerse al corriente.

¿Resuelve tu Deuda estafa a sus clientes?

No. La empresa es totalmente seria y ha adoptado las mejores prácticas internacionales para proponer un esquema totalmente funcional para sus clientes. Incluso está certificada por Better Business Bureau, una empresa que  califica las mejores prácticas a los clientes, además de tener la vigilancia de Profeco.  


Es muy importante recalcar que la forma de operación es totalmente transparente y siempre se cuenta con un asesor que explica detalle a detalle la forma en que se liquida la deuda. Así, el cliente siempre puede checar que sus pagos lleguen al destino correcto y saber a detalle el tiempo que le falta para liquidar su compromiso financiero.

¡Busca soluciones confiables!

Si ya estás desesperado por encontrar un remedio a tus deudas, te recomendamos no caer en pánico y evitar todas las páginas de internet y opciones fraudulentas que abundan en redes sociales, las cuales ofrecen salir del problema prácticamente sin hacer nada, a cambio de un pequeño pago por adelantado. 

Lo mismo pasa con empresas de créditos milagro, que te ofrecen hasta miles de euros sin consultar el Buró de Crédito y con tasas de interés muy bajas, lo cual a todas luces es un robo. 

Una reparadora de crédito como Resuelve tu Deuda es una opción viable para salir de tus problemas financieros y retomar la tranquilidad para tu bolsillo.

¿Cómo reestructurar una deuda bancaria?

¿Tienes una o varias deudas por las que sientes que estás pagando demasiados intereses? Si la respuesta es sí, no te preocupes y presta atención, pues en este artículo te hablaremos de una herramienta que te puede quitar varios dolores de cabeza y ayudar a tener unas mejores finanzas personales: la reestructuración de deuda. 

Seguramente en varias ocasiones has escuchado este término pero no sabes bien a qué se refiere, así que lo primero que haremos será explicarte de qué se trata exactamente. 

La reestructuración de crédito consiste en llegar a un acuerdo con la institución financiera a la que le debes respecto a cómo y cuánto se está pagando de dicho préstamo, de tal manera que consigas un menor interés, un descuento en el pago total, o por lo menos y plazo que te sirva más. 

No lo debemos confundir con la consolidación de deudas, dado que esto se aplica cuando tienes varios créditos, regularmente con entidades financieras distintas, y quieres tener uno solo. 

La reestructuración implica una negociación 

Antes de acudir a la sucursal bancaria y solicitar una reestructuración de tu deuda, lo que nosotros te recomendamos es que analices tu caso, es decir, identifica qué tipo de deudas tienes: tarjeta de crédito, préstamo personal, de nómina, automotriz, etcétera. 

También averigua cuál es la tasa de interés que pagas y el costo anual total. Además de otros detalles como el monto del pago mensual, el plazo, las penalizaciones por impago, etcétera. 

Ya que identificaste las características del crédito es momento de pasar a analizar tu estado financiero, es decir, cuáles son tus gastos y tus ingresos, ya que de eso dependerá tu capacidad de pago. 

Ya que tienes toda la radiografía de tu situación, ahora si es momento de acudir a la sucursal y comenzar la negociación. 

Lo ideal es informarse directamente con el banco cuál es el proceso y las condiciones bajo las cuales se llevará a cabo el trato, en el cual deberás intentar conseguir mejores condiciones ya sea una menor tasa o algún tipo de descuento. 

Una vez que hayas conseguido el acuerdo con el que estás satisfecho, es de vital importancia dejar plasmados los compromisos escritos.

¿Cómo sé si necesito o soy candidato a una reestructuración de deuda?

Para saber lo anterior no hay reglas escritas; sin embargo, puedes ser candidato a una reestructuración si eres un buen pagador, dado que eso te puede dar acceso a créditos más baratos. 

También puede ser que necesites esa reestructuración debido a que tus ingresos ya no son suficientes para enfrentar el adeudo. 

Cualquiera que sea tu caso, especialistas de BBVA México dan una serie de puntos en los que debes fijar si quieres solicitar una reestructuración de deuda: 

  • Revisa si realmente la necesitas. Si tienes el dinero para pagar el monto pendiente de un préstamo, no es recomendable optar por la reestructuración, pues preferentemente debe ser una alternativa de emergencia. 
  • Evalúa consolidar la deuda. En ocasiones no es necesario hacer una reestructuración de deuda, y puedes en cambio, consolidarla. Esto es muy común si tienes muchos acreedores y quieres pedir un préstamo que te ayude a deberle solo a uno. 
  • Calcula el pago mensual. Una reestructuración de deuda comúnmente viene asociada a un plan de pagos con una cuota mensual establecida. En ocasiones, el pago mensual puede ser muy alto y difícil de cumplir, pues significa que te quedes con menos efectivo, por lo tanto, antes de llevarla a cabo tienes que calcular tu capacidad de pago mensual.
  • Revisa los plazos. Además de las cuotas que habrá que pagar, otro factor importante a revisar son los plazos, es decir, por cuánto tiempo tendrás que pagar. Una reestructuración de deuda viene acompañada con un plan de pagos que incluye el tiempo que dura el nuevo acuerdo; es muy importante revisar que ese periodo sea conveniente para ti.
  • Conoce todos los costos asociados. Es posible que llegar a un acuerdo de reestructuración de deuda tenga costos derivados. Al final, se está llegando a un nuevo contrato de crédito que puede requerir algunos cargos adicionales que cubran gestiones, trámites notariales o el pago de la negociación. 

¿Puedo vender mi coche aunque aún lo esté pagando?

El adquirir un automóvil propio suele ser una de las metas financieras más comunes entre los mexicanos, ya que éste ofrece la posibilidad de desplazarse grandes distancias de forma cómoda.

Para ello, las agencias cuentan con las opciones de pagar al contado o en plazos que pueden extenderse por varios años. Y esta segunda opción es la que la mayoría de las personas eligen, pues no todos tienen los recursos para pagar en una sola exhibición.

No obstante, es posible que durante nuestro plazo de amortización nos enfrentemos a dificultades económicas que nos impidan continuar pagando el vehículo y necesitamos venderlo para deshacernos de esa deuda.

¿Cómo vender un auto financiado?

Si esta es tu situación, es importante que sepas que no todo está perdido y no tienes por qué llegar al punto en que la financiera embargue el automóvil, ya que existen un par de opciones a las que puedes recurrir: endosar la factura o traspasar el financiamiento.

Endoso de la factura

En esta opción, el comprador del auto debe tener absoluta confianza hacia ti como vendedor, pues éste será quien asuma el pago de la deuda con la promesa de que, al final, la factura quedará a su nombre. 

Cabe mencionar que no existe un documento legal para estos casos, por lo que lo más recomendable es recurrir a amigos o familiares que, además, paguen un precio justo por el coche.

Una vez que el comprador liquide el adeudo, deberás realizar el cambio de propietario del vehículo, para lo cual será necesario que presentes cierta documentación, como:

  • Identificación oficial vigente.
  • Un comprobante de domicilio. 
  • La tarjeta de circulación.
  • El pago del trámite.
  • Y la factura endosada.

Traspaso del financiamiento

La segunda opción es que traspases a un tercero el contrato de financiamiento de tu coche, aunque esta es una alternativa que no se ve muy a menudo y que muchas financieras no aceptan, ya que se puede prestar a fraudes.

El traspaso del contrato de financiamiento se refiere a transferir a la persona de tu elección el préstamo que adquiriste para comprar el automóvil, con el objetivo de que esta persona se apropie del vehículo y se haga cargo de liquidar el adeudo.

Para ello, lo primero que debes hacer es acercarte a tu financiera, acompañado del comprador que elijas, y ver si te autorizan el traspaso. La agencia se encargará de evaluar el perfil e historial crediticio de tu comprador para determinar si puede hacerse cargo del compromiso.Si la financiera autoriza el trámite, se encargará de realizar todo el proceso y te otorgará un documento en el que se acredite que tu deuda ya fue saldada para que no tengas problemas en un futuro y no se vea afectado tu historial en Buró de Crédito.

Necesito un préstamo, ¿cómo le hago?

Si estás pasando por una situación económicamente difícil y necesitas dinero extra, probablemente te preocupe no poder obtenerlo debido a tu situación financiera en el Buró de Crédito.

No obstante, estar en Buró de Crédito no significa que ya no podrás pedir más préstamos, pues no necesariamente es algo malo. De hecho, cualquier persona que sea titular de una tarjeta de crédito o que haya solicitado un crédito está en Buró, ya que es una entidad que lleva los registros crediticios de las personas.

Es decir, lo importante no es que estés o no en Buró de Crédito, sino que tu historial crediticio sea positivo. De esto dependerá que las instituciones financieras te otorguen o nieguen los préstamos que solicitas.

Por ello, es de suma importancia cuidar nuestro historial y ser buenos pagadores, ya que los imprevistos pueden llegar en cualquier momento y podrías llegar a necesitar dinero con urgencia, y tener un mal registro limitará significativamente tus opciones para conseguirlo.

En cambio, si cuentas con un historial positivo, los mismos bancos serán quienes te ofrezcan diversos créditos sin que hayas hecho una solicitud.

Tengo un mal historial, pero me urge un préstamo

Si por alguna razón dejaste de pagar tu tarjeta de crédito u otro préstamo que hayas solicitado, pero necesitas dinero urgentemente, debes tener en cuenta que será difícil conseguirlo, pero no imposible.

Si decides acercarte a un banco, éste revisará tu historial en el buró de crédito, y dependiendo de la cantidad que solicites, lo aprobará o rechazará. En este caso, con un historial inestable, lo más recomendable será pedir un préstamo pequeño, pues será más fácil que lo autoricen.

Por otro lado, si deseas una opción mucho más viable, debes saber que en el mercado mexicano existen diversas Fintech, o financieras online, que otorgan créditos exprés y con requisitos muy diferentes a los de los bancos tradicionales.

¿Cómo funcionan las Fintech?

Este tipo de empresas hacen uso de la tecnología para estudiar a sus clientes y medir el riesgo que representan. Además, suelen pedir menos requisitos que las financieras tradicionales, son más flexibles y dan respuesta en cuestión de horas e, incluso, minutos.

Cabe mencionar que acceder a un préstamo con las Fintech es mucho más fácil, ya que no suelen revisar el historial en Buró de Crédito.

¿Cómo obtengo un préstamo exprés?

El proceso para solicitar un préstamo con este tipo de empresas es 100% online, y aunque los requisitos varían de una Fintech a otra, generalmente te pedirán presentar lo siguiente:

  • Ser mayor a 18 y menor a 65 años.
  • Tener nacionalidad mexicana.
  • Contar con identificación oficial vigente.
  • Ser propietario de una cuenta bancaria.
  • Tener una cuenta de correo electrónico activa.
  • Proporcionar un número de teléfono nacional.
  • Presentar CURP y RFC.

¿Qué tan conveniente es?

Debes tener en cuenta que, si bien encontrarás menos requisitos y más flexibilidad para obtener el dinero que necesitas, este tipo de préstamos cuentan con una desventaja importante.

Al no verificar el historial crediticio de sus clientes, las Fintech se enfrentan a mayores riesgos de perder dinero que los bancos tradicionales, lo que compensan con altas tasas de interés.

Por ello, te recomendamos que investigues detalladamente y compares todas las opciones que encuentres en el mercado, a fin de encontrar el monto de préstamo que más te convenga, con un buen plazo de amortización y una tasa de interés no tan elevada. 

Además, es importante que solo pidas un préstamo de este tipo en caso de verdadera emergencia, como un accidente, enfermedad o cualquier imprevisto, sobre todo si tu historial en Buró de Crédito es negativo. Ya que, si utilizas el dinero para pagar otra deuda, sólo estarás adquiriendo un adeudo nuevo y entrarás en un círculo vicioso del que cada vez será más y más difícil salir.

¿Es eficaz pagar deuda con deuda? Toma en cuenta esto

Cuando una persona cae en una mala racha económica y deja de pagar alguno de sus compromisos crediticios, una de las primeras ideas que vienen a la mente es adquirir un nuevo préstamo para ponerse al corriente; es decir pagar deuda con deuda. Pero te has preguntado qué tan buena idea es esto.

Quizá en lo inmediato puede parecer una gran alternativa. Y sí, te puede ayudar en el corto plazo a sanear las finanzas, solucionar el problema en lo inmediato y mantenerte al corriente. Sin embargo, visto a largo plazo, la decisión no es la mejor.

Adquirir una deuda para pagar otras deudas no es una decisión eficiente en términos financieros. Principalmente, porque a la larga, este camino resulta más costoso. Por ello, la recomendación a la población en general es no hacerlo.

¿Por qué pagar deuda con deuda no es buena idea?

En primer lugar es importante tener claro que acceder a un nuevo préstamo para pagar deudas vigentes no es una solución definitiva. Lo que harás tomando este camino será alargar la vida de los compromisos crediticios, con todo lo que ello implica.

Entre los principales riesgos que existen al solicitar nuevas deudas para pagar préstamos vigentes es que, de no llevar una buena administración de las finanzas que permita encarar el compromiso, podría provocar un efecto de bola de nieve. Si por cualquier razón también dejas de pagar este crédito, la deuda aumentará por las penalizaciones y los intereses que se acumulen, lo que podría derivar en un escenario en el que se salga de control.

Punto importante a considerar es que pedir un nuevo préstamo es adquirir una nueva deuda, con lo que podría traer consigo, como el pagar comisiones por la originación de crédito; pero, sobre todo la decisión implica que el conteo de los intereses comenzará desde cero nuevamente

Uno de los elementos que pudieran parecer atractivos, es que al pedir un nuevo préstamo, puedes extender el periodo para el pago, lo que se traduciría en un menor monto mensual por pagar. No obstante, es necesario tener presente que esto no es gratuito, y el tiempo en que te tardas en devolver el dinero se refleja en el costo total de la deuda.

Para tratar de dimensionar el tema, hablar de pagar una deuda con deuda es como tratar de tapar un hoyo abriendo otro; esto, con el riesgo inminente de que el próximo hoyo que se intente abrir sea más grande y difícil de rellenar.

¿Qué alternativas existen para evitar pagar deuda con deuda?

El primer camino por explorar es hacer un presupuesto que te permita retomar el control de tus finanzas. Si estás en un escenario en el que las deudas consumen gran parte de tu salario, es un buen momento para tomar esta senda.

Lo importante de hacer un presupuesto es tener en mente dos objetivos claros:  recortar gastos y generar ahorro. Al ser conscientes de cuánto ganas y cuáles son tus necesidades reales, puedes distribuir el ingreso en sólo necesidades reales, y el resto concentrarlo en el pago de deudas. 

Ya con un presupuesto, puedes elaborar una estrategia de pago, en la que definas, por ejemplo, concentrar los esfuerzos y destinar un poco más a aquellas deudas que estás a punto de liquidar, o en su defecto, aquellas que tengan un interés más alto. Te tocará definir prioridades y elegir cuál te conviene más.

Por otro lado, si de plano ya no puedes seguir con el pago de tus deudas, la condusef.gob.mx recomienda negociar con los acreedores. Por ejemplo, una de las alternativas que establece es buscar una reestructura de la deuda.  

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“Lo recomendable es que no solicites más préstamos de los que puedas pagar, más aún, si se trata de un crédito exprés, el cual puede ser un fraude. Si tu problema parte de la pérdida del empleo, puedes hacer efectivo el seguro de desempleo de tu crédito. Verifica si el tuyo cuenta con uno”, señala el organismo.

Una de las alternativas que se presentan como más atractivas hoy en día en caso de ya no poder pagar una deuda, es acudir con una reparadora de crédito. Y es que este tipo de empresas se especializan en negociar las deudas con diversas instituciones financieras.Parte de lo atractivo de las reparadoras de crédito es que no solo te ayudan a negociar para lograr un nuevo esquema cómodo, sino que a la par generan un plan de ahorro personalizado para que sea con recursos propios que se pueda liquidar el adeudo, sin la necesidad de recurrir a nuevospréstamos; esto además de conseguir descuentos sobre la deuda.

¿Se puede hacer la portabilidad con deuda?

En México, los clientes de los bancos tienen la posibilidad de buscar mejores alternativas en el pago de sus créditos. Debido a la fuerte competencia que existe en el sector financiero, es posible moverse de una institución a otra que ofrezca un beneficio para el usuario.

Dicho movimiento se le conoce como portabilidad, y no es otra cosa que pasar una deuda de un banco a otro con el objetivo de cambiar algunas condiciones de pago en favor del cliente. 

En el país, entre las modalidades de portabilidad más frecuentes destacan la de nómina y crédito hipotecario, donde los bancos han desarrollado estrategias para atraer a nuevos usuarios a un menor costo posible.

Antes de entrar en detalle de cómo puedes realizar la portabilidad, debes saber que se trata de un procedimiento establecido en la legislación financiera mexicana, con lo que todos los bancos están obligados a aplicarla si así conviene a los intereses del consumidor. Sin embargo, en caso de que se tenga una deuda pendiente por pagar, las condiciones para realizar la portabilidad son distintas.

¿Cómo realizo la portabilidad?

Se trata de un trámite relativamente sencillo. En el caso de la portabilidad de nómina, los bancos han facilitado a tal grado el proceso que en algunas instituciones puedes hacerla incluso desde la aplicación móvil del banco. En la mayoría de los casos ellos realizarán los procesos correspondientes y tú solamente deberás firmar la autorización. También tienes la opción de acudir a la sucursal bancaria a donde quieres cambiar tu nómina lo cual se realizará en unas cuantas horas.

Ojo, si cambias tu nómina de banco, el pago que realiza tu empresa no se verá reflejado en el mismo tiempo en el que actualmente ocurre. Es decir, si en tu trabajo te depositaban puntualmente los días de quincena, el dinero en tu cuenta aparecerá de esta forma: 

  • Si te depositan después de las  6 de la tarde, podrás acceder a tu dinero hasta el día hábil siguiente.
  • Si la empresa realiza el pago el viernes, tendrás disponible tus recursos hasta el lunes.
  • Puede ocurrir que el primer depósito que te hagan después de haber efectuado la portabilidad se demore hasta 10 días en reflejarse en tu cuenta. Después lo recibirás de forma habitual.

Toma en cuenta que debes mantener la cuenta del primer banco donde tenías tu nómina para que se realice el pago sin contratiempos.

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¿Cómo hago la portabilidad de crédito hipotecario?

Debido a que estamos hablando de montos elevados y a la importancia del tema, al tratarse del patrimonio de una persona, este proceso implica mayor tiempo y dedicación para efectuarlo. Aquí, los bancos buscan convencer a los clientes de cambiar su crédito hipotecario ofreciéndoles, además de una mejora en la tasa de interés y el plazo, otros atractivos como seguros contra daños, facilidades para adelantar pagos, entre otros.

Si en este momento estás pagando tu casa y te interesa encontrar condiciones distintas para tu crédito, puedes acudir a una sucursal bancaria y pedir asesoría con un ejecutivo para que te explique con lujo de detalles cuáles son los beneficios a obtener en caso de aplicar la portabilidad hipotecaria. 

De igual forma, algunas páginas de internet de los bancos te permiten realizar una simulación de cuáles serían las nuevas condiciones de tu crédito en caso de realizar una portabilidad. Recuerda siempre comparar entre varias opciones y elegir la más conveniente a tu capacidad de pago.

¿Si tengo deudas puedo realizar la portabilidad?

Por ejemplo, es muy común que se contrate un crédito de nómina en el mismo banco en el que la empresa deposita tu sueldo. Aquí, tu salario queda como garantía y se hace un descuento mensual para el pago de la deuda. En este caso, si presentas adeudos y quieres aplicar la portabilidad de nómina, el nuevo banco revisará tu capacidad de pago y es muy probable que te pida ponerte al corriente antes de realizar el trámite. 

Lo mismo ocurrirá con el crédito hipotecario. Es muy difícil que un banco acepte a un nuevo cliente si presenta atrasos importantes en sus pagos, con lo que deberá liquidar su deuda pendiente antes de aplicar la portabilidad.

Recuerda que un requisito indispensable para la solicitud de créditos y, en este caso, efectuar una portabilidad, es contar con un buen historial crediticio.

¿Qué es saldo insoluto?

*Por Delia Angélica Ortiz

Cuando gestionas un préstamo y lo pagas paulatinamente, el monto que aún adeudas por liquidar es el saldo insoluto. Es decir, es la parte de un crédito que aún se encuentra pendiente por pagar.

Es importante que identifiques en qué consisten, especialmente cuando al firmar el contrato por el préstamo, la institución crediticia te da el beneficio de calcular los intereses sobre esos saldos insolutos y no sobre el monto original solicitado. 

Por lo general es la manera en la que funcionan los instrumentos crediticios, pero siempre verifica que sea así para que los intereses se calculen sobre el monto que aún te quede por pagar y no sobre la cantidad de dinero que originalmente te han prestado. 

De esta manera es posible ahorrar dinero por el concepto de intereses conforme vayas liquidando tu préstamo o haciendo abonos al adeudo.

¿Cuál es la importancia del saldo insoluto?

Usualmente las instituciones financieras te prestan cierta cantidad para que tengas liquidez o para adquirir un bien o producto. La cantidad que te están otorgando es lo que llamamos “el capital”, mientras que “los intereses” son el cobro que la entidad hace por prestar dicho monto. Tu deuda incluye el capital y los intereses. 

Esto es importante, porque cuando no sabemos cómo se maneja el crédito podemos caer en el error de solamente pagar “el capital” y no calcular que la entidad financiera también cobrará “el interés”. Si no calculas el pago del interés al hacer los abonos a tu adeudo, entonces parecerá que nunca terminas de pagar. 

Al solicitar un préstamo, las instituciones bancarias calculan el interés respecto al saldo insoluto. Esto es positivo para el moroso, porque el interés no se realizará sobre el capital que se prestó y eso permite que cada vez se abone más al monto de la deuda que a los intereses. 

¿Dónde reviso el saldo insoluto?

Cualquier estado de cuenta emitido por una institución crediticia deberá contener esta información. Es un documento que debe reflejar cómo se segmentan los pagos que se están realizando y de esa manera es posible determinar si los intereses se están aplicando al saldo insoluto o a la deuda original.

Vale subrayar que la tasa de interés es el porcentaje que se cobra a cambio de la cantidad de dinero que fue otorgada en el préstamo. Es algo así como el precio por poder pagar con dinero ajeno, pues no debemos olvidar que el crédito no es dinero propio. Tener esa claridad te permitirá evitar situaciones de impago que son muy frecuentes cuando las personas solicitan más dinero del que pueden pagar.  

Analizar las tasas de interés de una institución financiera u otra permite tomar la mejor opción crediticia que podamos pagar de acuerdo con nuestro nivel de ingreso. Conocer los plazos de pago es también importante para calcular el tiempo en que podremos saldar nuestro compromiso. 

Otra regla de oro de las finanzas personales es analizar cuánto va a disminuir nuestro adeudo al momento de realizar un pago y estimar cuál es el saldo insoluto sobre el que se calculará el interés. Si eres un usuario “totalero”, es decir, si cada mes cubres a tu tarjeta de crédito el monto que utilizaste, quizá este dato te resultará irrelevante. Sin embargo, si se trata del pago a un crédito inmobiliario que deberás cubrir en un plazo de un año, por poner un ejemplo, entonces estos cálculos te serán de mucha utilidad.

También es importante recordar que a pesar de que ese saldo insoluto sea bajo, seguirá generando intereses. Así que por muy poco que parezca ese adeudo, lo mejor es que finiquites completamente tu mora para evitar que eso que era un monto pequeño se convierta en una bola de nieve. Más aún cuando tienes varios saldos pendientes con varias tarjetas o acreedores. 

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Ya no puedo pagar los saldos insolutos

Antes que nada, recuerda que no es el fin del mundo. Tener un mal historial crediticio no es pecado mortal, puedes verlo de otra manera, como lo ven estos especialistas en negociación crediticia: es la posibilidad de rehabilitarse como deudor y aprender a manejar mejor tus finanzas personales.

Acudir a una reparadora te ayudará a obtener una buena negociación con tus acreedores para que pagues menos. Si logras cumplir de manera disciplinada con tu plan de pagos, sin duda, saldrás pronto de esa situación que quizá en algún momento te costó varios dolores de cabeza. 

Cuando te enfocas en retomar las riendas de tu vida financiera también logras tomar mejores decisiones crediticias futuras.

Encontrarás mucha información sobre cómo renegociar con tus acreedores. De hecho, eso es lo primero que tienes que hacer cuando te das cuenta de que te has retrasado en tus pagos mensuales para cumplir con tus compromisos financieros y que esos saldos insolutos seguirán generando intereses.

Las reparadoras ofrecen soluciones puntuales a una situación de impago por tres razones: 

  • Plantean el ahorro como una alternativa para cubrir el adeudo y ofrecen asesoría sobre cómo lograrlo.
  • Brindan atención inmediata sobre cómo manejar las llamadas de cobranza. Esa orientación sobre cómo responder a los acreedores es importante para que dejes de preocuparte por que debes y te enfoques en pagar.
  • Dan resultados en el corto plazo, pues el plan de ahorro que diseñan para el deudor permite la negociación con los acreedores en tiempos determinados. Si el moroso es disciplinado, logrará la liquidación del adeudo dentro del tiempo que se haya propuesto él mismo.  

¿Qué pasa si pago antes de la fecha de corte?

La fecha de corte indica el día en el que el banco contabiliza el total de cargos que realizaste en tu tarjeta para calcular el monto total a pagar.

Si pagas antes, entonces será menor la cantidad de referencia que el banco usará para calcular cuántos intereses deben pagarse. Esto se traduce en que te ahorrarás el pago de los intereses que tendrías que pagar cuando pagas después de esa fecha. 

Esta fecha puede tener una diferencia de 20 días con la fecha límite de pago, es decir, el último día para realizar el abono de tu tarjeta. Esto puede ser confuso para algunas personas que normalmente pagan ese día, cuando los intereses ya se han calculado y asimilado a la deuda. 

A las personas que pagan su deuda completa antes de la fecha de corte se les llama “totaleros”. Tiene ciertos beneficios tener esa disciplina de pago, pues no generan intereses a pesar de que lograron beneficiarse del financiamiento a corto plazo. 

Aunque no seas “totalero”, pagar antes de la fecha de corte modifica los intereses que se calculan con base al Saldo Promedio Diario, por lo que si pagas una parte proporcional —aunque no sea el total de tu cuenta— cuando llegue la fecha de corte, el monto de los intereses disminuirá de manera importante. Eso también es un beneficio para el usuario de crédito. 

¿Me conviene pagar antes?

Este tipo de preguntas son positivas para tener un mejor control de tus finanzas personales. Cuando ni siquiera nos lo cuestionamos, significa que no hemos entendido cómo funcionan los instrumentos crediticios y estamos en alto riesgo de caer en una situación de endeudamiento e incluso de impago. 

Habrá quienes su estrategia financiera personal implique sólo tener una tarjeta de crédito para financiarse en el corto plazo, quizá solo por días, pero finalmente pagarán el total de lo gastado de manera casi inmediata. Su objetivo es construir un historial crediticio saludable y positivo. Quizá también aprovechar los puntos que algunas tarjetas ofrecen para pagar ciertos productos o tener ciertos beneficios por ser tarjetahabiente de cierta marca. 

En ese escenario, pagar la totalidad de tu plástico, cada mes, antes de la fecha de corte, no te ofrece beneficios adicionales, más allá de asegurar que pagarás puntualmente. 

Pero también existen aquellos usuarios de crédito que utilizaron el préstamo para financiar proyectos o emprendimientos, por lo que el monto adeudado es importante y se pagará en la medida en la que el negocio crezca. En ese caso, será una buena estrategia calendarizar los abonos antes de la fecha de corte y así disminuir el monto de los intereses que se generarán por el saldo insoluto, es decir, parte de un crédito que aún tienes pendiente por pagar.

Recuerda que el crédito es dinero prestado

Los 10 mandamientos del pago puntual a un crédito o préstamo son:

  1. El crédito no es dinero adicional. No es parte de tus ingresos. Es dinero prestado que debes contemplar como un “egreso” o salida de dinero. 
  2. Usar crédito para cubrir gastos diarios puede provocar que se acumule una deuda difícil de pagar.
  3. Revisa fechas de corte y fechas límite de pago para cubrir puntualmente el adeudo al capital y el generado por los intereses. 
  4. Cada vez que se deja de pagar a tiempo o se pagan solo los mínimos, entonces aumenta la deuda.
  5. El mal manejo de deuda repercute en tu historial crediticio.
  6. Abonar más del mínimo señalado en el pago mensual, significa que estás pagando el capital originalmente prestado y también los intereses, por lo que terminarás de pagar más rápido y tendrás finanzas sanas. 
  7. Cancela la tarjeta de crédito que no utilices. Al pagar con tarjeta, no pierdas de vista el plástico.
  8. En caso de robo o extravío, realiza el reporte de manera inmediata. 
  9. Revisar continuamente el estado de cuenta es una buena práctica financiera, especialmente para identificar que todos los cargos sean correctos. 
  10. Se puede aprovechar para facilitar los pagos, cubrir urgencias o sucesos inesperados, pero recuerda que un crédito es dinero prestado, por lo que se debe de pagar en su totalidad, incluidos los intereses que se hayan generado. 

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El crédito se me salió de las manos

Cuando no planeamos bien nuestros pagos, los gastos se pueden salir de control. Si los intereses provocan que las deudas sean impagables, lo mejor será recurrir a los especialistas que nos asesoren sobre cómo manejar nuestras finanzas personales. 

Antes de que pierdas liquidez, lo mejor es acudir con la institución financiera que te dio el crédito para solicitar un nuevo acuerdo de pago. Eso se conoce como “reestructuración de deuda”. 

Si ya es muy tarde para negociar con el banco e incluso ya te mandaron a Buró de Crédito con una calificación negativa para que otros ya no te presten, entonces puedes recurrir a una reparadora de deuda. 

Necesito un préstamo urgente

* Por Delia Angélica Ortiz

Siempre que necesitamos gestionar un financiamiento, la pregunta más importante que debemos hacernos es “¿para qué?”. No es lo mismo solicitar un préstamo para iniciar un emprendimiento que solicitar un nuevo crédito para pagar adeudos añejos.  

Un error muy frecuente entre los deudores es pedir nuevos créditos para saldar compromisos financieros previos que no han podido liquidar. Es un error porque no se resuelve el problema de fondo que implica tener un buen manejo de las finanzas personales para evitar caer en situación de insolvencia y por tanto de impago.  

Si usted ya es moroso y está buscando alternativas para pagar esas deudas, antes de tomar decisiones precipitadas y solicitar nuevos créditos “urgentes” para cubrir los montos mínimos de un compromiso financiero previo, piense que esa decisión podría provocarle un problema mayor.

También podemos necesitar un préstamo urgente ante una emergencia familiar o ante una situación de desempleo. Lo mejor siempre será tomar unos minutos para entender cómo funciona el sistema financiero, así como sus respectivos  instrumentos de financiamiento, para poder decidir cuál es la mejor opción para nuestra situación. 

¿Quién presta?

Hay varias alternativas para solicitar préstamos y éstas dependen de los bienes o servicios que se quieren adquirir a través de ese financiamiento. Los más comunes son:

  • Bancos. El mejor banco para solicitar un crédito es el que ofrece la tasa de interés más baja. También deben considerarse factores como el cobro de comisiones, los plazos otorgados para pagar y saber si no existen condiciones que generen costos adicionales.Tener claridad sobre la situación financiera personal, tanto del nivel de ingresos como de los gastos, es fundamental para poder elegir la opción crediticia que mejor se acomode a nuestras necesidades. 
  • Crédito vía nómina. Los montos a financiar con un crédito de nómina se calculan en función de la antigüedad en el trabajo y el sueldo. Este tipo de préstamo permite liquidez inmediata, ya que el dinero se recibe en un plazo corto y que son pagos que se descuentan automáticamente, por lo que la posibilidad de retrasarse se reduce significativamente. Las desventajas son que el uso inadecuado del crédito puede llevar a situaciones de sobreendeudamiento. Esto sumado a que las comisiones y los intereses que cobran las instituciones por este tipo de crédito derivan en el encarecimiento del monto solicitado.
  • Crédito con Fondo de Garantía. Una tarjeta de crédito garantizada es un instrumento que permite iniciar o reparar tu historial crediticio. Funciona de forma segura para la institución que la emite, ya que primero debes hacer un depósito que será el que establezca tu línea de crédito. De hecho, es un producto diseñado para aquellas personas que apenas empiezan con su vida financiera dentro de las instituciones bancarias, pero también pueden funcionar para aquellas cuyo historial es negativo. 
  • Crédito con aval. Un aval es aquella persona que responderá por la deuda de otro. Esto significa que ante las autoridades aparecerá como corresponsable del compromiso financiero que alguien más no pueda cumplir. Esto significa que la firma del aval avala con sus propiedades el crédito solicitado para otra persona, incluso corriendo el riesgo de que sean embargadas, en caso de que el moroso vuelva a incumplir con su compromiso. 
  • Casas de empeño. Otorgan entre 40% y 60% del valor que tiene en el mercado el producto usado que se va a dejar en prenda. Como cualquier otro servicio disponible en el mercado, se puede consultar entre distintas casas cuál ofrece el mejor precio para empeñar. Dado que el objeto queda bajo el resguardo de la casa, en tanto se cubre el monto total del préstamo, se cobra una comisión por “conservación”. En cuanto a los intereses, éstos son más bajos de los que se cobran en una entidad financiera tradicional, además se calculan de acuerdo al monto prestado y al plazo determinado para pagarlo. 
  • Crédito on line. Algunas compañías ofrecen un monto pequeño a un plazo corto, quizá 15 días, ya que si eres asalariado, quizá solo debes esperar el día de pago para saldar el adeudo. Se trata de préstamos virtuales que te permiten tener liquidez. Como todos los servicios que operan en la red, su principal ventaja es la inmediatez y la rapidez, esto significa que no tienes que trasladarte físicamente a ningún establecimiento. Sin embargo, habrá que ser extremadamente precavido para evitar caer en servicios fraudulentos que puedan provocarte un problema mayor.

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Reparadora de crédito 

Si el deudor busca rehabilitarse financieramente y necesita encontrar una solución definitiva a su problema de endeudamiento, quizá es mejor que acuda a una reparadora de crédito que le ayudará a enderezar su camino financiero, en vez de seguir poniendo en riesgo sus finanzas.

Las reparadoras ofrecen una solución real al problema de deuda en tres pasos:

  1. Plantean el ahorro como una alternativa para cubrir el adeudo y ofrecen asesoría sobre cómo lograrlo.
  2. Brindan asesoría inmediata sobre cómo manejar las llamadas de cobranza. Esa orientación sobre cómo responder a los acreedores es información de uso inmediato.
  3. Dan resultados en el corto plazo, pues el plan de ahorro que diseñan para el deudor permite la negociación con los acreedores en tiempos determinados. Si el moroso es disciplinado, logrará la liquidación del adeudo dentro del tiempo que se haya propuesto él mismo.  

Los deudores han encontrado en las reparadoras de crédito una solución a sus problemas financieros. Se trata de instituciones que diseñan planes de ahorro a la medida de los ingresos de sus clientes que les permiten hacer abonos a sus adeudos hasta liquidarlos. Esto sumado a que aprender a hacer un buen manejo de nuestros gastos contribuye a rehabilitar a aquellos que quieren ser sujetos de crédito nuevamente. 

Hay muchas alternativas para comenzar a generar ahorro de manera saludable. Un asesor te puede explicar los pros y los contras de adquirir un nuevo préstamo, pero también te explicará otras alternativas que quizá no habías visto y que pueden ayudarte a salir de la central sin necesidad de adquirir un nuevo compromiso financiero.